De cierta manera el criterio de este hombre sintetiza el espíritu de la mayor parte de las personas que habitan la zona oriental de la Ciénaga, quienes se ven obligados a obtener en carros cisternas el agua potable que no pueden utilizar de forma natural debido al elevado contenido salobre que presenta en la región.
Justo por ello la introducción de cinco plantas desalinizadoras en el municipio constituye uno de los mayores indicadores de progreso en los últimos tiempos que permitirá en muy poco tiempo que 5 300 pobladores dispongan del vital líquido con la calidad requerida.
UN OASIS EN LA COMUNIDAD
La construcción civil de las tres primeras desaladoras, incluyendo una destinada al desarrollo del turismo en la zona, ya avanza a un ritmo considerable y en muy corto tiempo se espera realizar el montaje definitivo, lo cual forma parte de la estrategia que implementa el país ante la constante variabilidad climática.
El directivo precisó también que las cuatro vinculadas directamente al consumo de los habitantes tienen una capacidad de 4 m3/h, y de 10 m3/h, la que estará en función de la villa turística de Girón. La misma representa una alternativa viable y necesaria, sobre todo en dicha porción de la geografía cenaguera, caracterizada por la acumulación en el suelo de las sales solubles.
Además, se comenzó la construcción de la que se ubicará en Cayo Ramona, sitio en el que a finales de año exhibe avances en la cimentación y estructura de la instalación. Por cuestiones de aprovechamiento del espacio, se utilizará parte de la propia turbina emplazada en la localidad. En el 2020 se instalarán otras dos en las comunidades de Ceiba y el Helechal.
ESTRATEGIAS QUE RESUELVEN CONTRATIEMPOS
En estos momentos la planta que prestará servicio a la población de Girón muestra los mayores avances, al transitar por la fase de terminación del cercado perimetral y el acabado de algunas paredes. Se espera pronto la llegada del montador con el equipamiento para hacerle la primera puesta en marcha y luego continuar el trabajo con el resto.
En lo relacionado a su funcionamiento interno, cada establecimiento cuenta con una cisterna que acumula el agua bombeada desde la red, luego se somete al tratamiento, se procesa y finalmente se envía a una batería de tanques que la almacena en perfecto estado, con altos estándares de calidad. En el caso del hotel se prescinde de este último paso pues el líquido se tira directo a cada una de las instalaciones.
“No obstante, habilitamos una horca (llave gruesa que provee a las pipas) con el fin de brindar servicio a los casos de emergencia o darle respuesta a cualquier disyuntiva que aparezca sobre la marcha. Por ejemplo, el tema de la distribución es un punto en el que se debe centrar la atención pues dada la extensión del batey se necesitan estrategias eficaces para facilitar el acceso a tan demandado producto”, expresó Yadián Vargas Miranda, ingeniero a cargo de la obra.





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